La Coalición de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia COMOSOC y la Asociación Unión Nacional de Integración Rural ASUNIR, repudian el asesinato de los dirigentes sociales y lideres campesinos Teófilo Acuña y Jorge Tafur en el corregimiento Puerto Oculto del municipio de San Martín, departamento del Cesar.
Teofilo y Jorge fueron lideres activos en la conformación de la Cumbre Agraria, Campesina Étnica y Popular (Cacep) y miembros del Coordinador Nacional Agrario (CNA) a quien le enviamos nuestro abrazo de solidaridad, afecto y respeto.
Estos destacados líderes campesinos venían trabajando en la protección y cuidado del territorio, luchando por la recuperación de las tierra para los proyectos de vida campesina, defendiendo el agua, los playones y sabanas comunales que han vienen siendo apropiados por terratenientes para la ganadería extensiva, desplazando, estigmatizando y poniendo en riesgo el tejido social y las prácticas cultural de las comunidades rurales asentadas históricamente en la región del Magdalena Medio.
Desde hace varios años Teofilo Acuña de la mano de otros lideres y lideresas sociales de la región venia exigiendo al Ministerio del Interior y la gobernación del departamento del Cesar la instalación de la Mesa Territorial de Garantías para los defensores y defensoras de derechos humanos, pero nunca hubo respuesta efectiva de estas instituciones. Las faltas de garantías para el ejercicio de defensa de los derechos humanos y el liderazgo social llevaron a que se consumara este crimen.
Es importante resaltar que los procesos sociales de esta región durante los últimos años han venido denunciado amenazas y hostigamientos de grupos armados al margen de la ley, de terratenientes de la región, también de autoridades civiles y de policía, sin obtener respuesta y mucho menos medidas de protección y/o garantías políticas y jurídicas para ejercer el derecho a defender la vida, el territorio y lo derechos humanos. Solo en lo que va de año ya han sido asesinados 30 líderes sociales en Colombia.
Es inamisible que este gobierno siga haciendo trizas la paz, dejando a merced de la violencia armada a las comunidades rurales que han apostado por una salida política negociada al conflicto armado, esperanzados en que el silenciamiento de los fusiles permitiera escuchara el clamor por la justicia y una democracia real. Nos preocupa que la respuesta del Gobierno sea la estigmatización y la judicialización del liderazgo y la protesta social, que la fuerza pública actúe en connivencia con grupos paramilitares como recientemente lo denunció la Conferencia Episcopal.
Exigimos del Estado Colombiano:
- Una exhaustiva investigación por parte de la Fiscalía General de la Nación de este hecho criminal que segó la vida de dos importante lideres sociales, que también afecta a un proceso social y comunitario. Esta investigación debe llevar a esclarecer los hechos, el juzgamiento de las responsabilidades de los autores materiales e intelectuales de este crimen para que no quede en la impunidad.
- Adoptar las medidas pertinentes para garantizar el ejercicio de la defensa de los derechos humanos y el liderazgo social.
- Que se adelante una investigación y se tomen acciones para revertir las afectaciones sobre el derecho a la tierra y el medio ambiente, protegiendo los humedales y las sabanas comunales de la apropiación privada por parte de empresarios y terratenientes.
Solicitamos a los organismo multilaterales y a la comunidad internacional:
- Rechazar con contundencia estos hechos, reclamando del Estado Colombiano el respeto de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
- Una veeduría para que proteja los procesos sociales del departamento del Cesar. Así mismo, a los testigos y familias campesinas que presenciaron este vil crimen.
Finalmente, como organizaciones sociales seguiremos defendiendo la vida, denunciando la responsabilidad del gobierno y organismos del Estado por su acción y omisión. Seguiremos luchando por la verdad, la justicia, la democracia y la paz.
Que la paz no nos cueste la vida y la libertad.
Bogotá D.C. febrero 24 de 2022